Por cuarto año consecutivo, Proyectos Públicos y Planta DB, plataforma de la cual Mezcal Unión forma parte, abren sus puertas al público para resignificar y reconectar con una de las tradiciones ancestrales más relevantes del país: el Día de Muertos.

Desde hace mucho tiempo, esta memorable fecha va más allá de ser una festividad; en diversas regiones de México se considera una oportunidad para enfatizar la importancia de nuestras memorias, nuestra identidad colectiva e individual, y también para celebrar la gran diversidad cultural que existe.

Cada rincón se llena de altares decorados con cempasúchil, fotografías de nuestros seres más amados, velas de todos los tamaños y colores, junto con un caballito de mezcal o tequila y algún alimento para recibir a nuestros seres queridos en su largo camino de regreso. Así, cada altar se convierte en un microcosmos, donde cada elemento, aunque tiene algo en común con los demás, se vuelve algo íntimo para cada familia.

Cada componente comunica y se vuelve una metáfora; por ejemplo, cada vela encendida ilumina el camino para cada familiar, mientras que el aroma del copal limpia el ambiente y también sacia a los muertos.

Sin embargo, en cada estado de la república y en cada hogar, esta tradición se vive de una manera muy particular. Este año, Prim le rinde homenaje al estado de Oaxaca, con un altar lleno de interpretaciones contemporáneas sin perder de vista la gran tradición ancestral que lo inspira.

Es importante mencionar que cada año se elige un estado diferente con el fin de trasladar, inspirar y compartir la forma tan especial en la que se coloca el altar en cada región. Cada detalle hace de esto una experiencia cultural capaz de unir el presente con el pasado, venerando la vida, la muerte y la memoria.